Algo con lo que todo amante de los caballos y profesional de la venta de caballos pura raza en Jerez de la Frontera debe estar familiarizado es la doma de caballos.
El ser humano y este noble animal han compartido sus vidas desde hace milenios. Uno de los grandes hitos de nuestra historia, sin el que no podría existir la venta de caballos pura raza en Jerez de la Frontera, es precisamente la domesticación de los equinos en torno al 4000 a.C., en las estepas euroasiáticas.
La doma del caballo empieza cuando este es un potrillo, momento que facilitará enormemente la doma. Principalmente existen dos métodos para lograr dicho objetivo: la doma tradicional y la vaquera.
Por un lado, tenemos la doma tradicional o gaucha. Dicho proceso empieza atando al animal a un poste o palenque, mientras se cubren sus ojos para impedir la visión. En este momento se colocan las bridas, la silla de montar y los estribos. Una vez listo, el domador, provisto de espuelas y fusta monta al caballo, le permite ver y, este, con seguridad, empezara a cocear y saltar. Aquí el jinete tratará de aguantar unos segundos con el objetivo de logar que el caballo se canse y, por tanto, se vuelva manso. Resulta un tanto peligroso para el animal y el jinete.
Por otro lado, la doma racional, natural o india busca fomentar desde el primer momento la confianza con el potro aprovechándose de la impronta. Este proceso hace que el caballo recuerde acciones y establezca relaciones entre lo que es de confiar y lo que no. En un corral circular, se da vueltas con el animal para generar esa confianza hasta poder montarlo, primero sin silla y, luego, cuando la familiaridad exista, con silla.
En Yeguada Ana María Bohórquez Martínez nos preocupamos por la cría de nuestros animales y los tratamos con los mayores estándares.